Todo lo contrario. Atendiendo a los periódicos de la época, el cambio no supuso nada en un deporte incipiente sin todavía un apego a los colores como seña de identidad de un equipo, ciudad o región. El único recuerdo del cambio de uniforme es una foto de los futbolistas sobre el césped de Amute, una instantánea en la que destaca además que ocho de ellos lucen el gorro con borla inglés, nada raro en un club que nació del football importado por los mineros británicos que trabajaban en Bizkaia y que, hasta 1911, contó con jugadores ingleses en sus filas. O puede que sólo fuera la única opción de cumplir con el encargo de renovar el vestuario del club. “Bienvenida Vero Boquete. Centrocampista ofensiva, mejor goleadora de la historia de la selección española, Verónica es el último refuerzo para las rossonere del Míster Ganz y levará la camiseta número 87”, escribieron. La futbolista ha fichado por el AC Milan, donde llevará el dorsal número 87, en honor a su año de nacimiento. Junto a una fotografía en la que viste sus nuevos colores y señala el escudo del AC Milan, Boquete escribió “¡
El Milan anunció la llegada de Boquete con una publicación en las redes sociales en la que destacó su carrera. Vero Boquete añade Italia de la lista de países en los que ha jugado. Hola Italia! Otro país, otro campeonato, otra aventura, otro DESAFÍO”. El equipo estrenará la camiseta en el partido contra la Roma del martes, que se jugará en Nueva Jersey, pero este lunes ya se ha podido ver de la mano de varios jugadores del Real Madrid. Lo ha hecho en Nueva York, donde está de pretemporada, y ha destacado una cualidad que la hace muy especial. El 9 de enero de 1910 el Sporting de Irun y el Athletic de Bilbao se enfrentaron en el antiguo campo de Amute de la localidad fronteriza, un choque con escaso interés deportivo pero que marcaría para siempre al club vizcaíno. Futbolistas míticos del Barça como Johan Cruyff vistieron de blanco e incluso el equipo jugó con este color la final de la Copa Latina de 1952 contra el Niza en París, ganada con un único gol de César Rodríguez, segundo máximo goleador de la historia del club. Fundado en 1898, el club bilbaíno improvisó un uniforme blanco con medias negras para los amistosos que disputó durante sus primeros cuatro años de vida.
“Después del match, nuestros jugadores fueron obsequiados en el local del Sporting Club habiendo quedado muy satisfechos del pueblo de Irun”, apuntaba el diario El Nervión como referencia exclusiva al choque. Siguiendo con la información del diario deportivo, la aprobación de esta tonalidad provocó un debate interno en el seno de la directiva, pero finalmente se ratificó hace meses. El Barça lució en el partido en Munich una camiseta gris clara, una tonalidad muy cercana al polémico blanco que sí se atreverá a vestir el equipo azulgrana la próxima temporada. Una vez se confirme el nuevo diseño, una cosa esta clara: el color blanco no dejará indiferente a los culés, ya sea para bien o para mal. Ese día vistió por primera vez de rojo y blanco, un cambio de indumentaria fruto de una serie de fallos en un encargo. A falta de confirmación por parte del club, la segunda camiseta de la temporada 2023-24 será blanca, una imagen que ahora resulta extraña pero que antes de la década de los setenta era bastante habitual cuando la equipación de los jugadores barcelonista se asemejaba cromáticamente a la indumentaria de los rivales.
El cambio irreversible de indumentaria llegó a la sucursal madrileña del Athletic un año más tarde. Detrás del cambio se encuentra el nombre de Juan Elorduy, un joven estudiante de Ingeniería de Minas bilbaíno que, en 1909, jugaba en el Athletic de Madrid, una sucursal del equipo vizcaíno fundada seis años antes con el fin de agrupar a los vascos residentes en la capital. La sucursal de la capital, eso sí, mantuvo con los años un guiño a las prendas iniciales y combinó la camiseta con la pantaloneta y medias azules. Hoy se cumplen 119 años de un partido histórico que, sin embargo, camiseta ac milan 2023 pasó totalmente inadvertido. El partido de Irun, sin embargo, los desterraría de repente. Lewandowski, en el partido del Barça en Munich. Para el primer germen de la Copa del Rey, la de Coronación, en 1902, el Athletic decidió sofisticarse y lucir unas equipaciones más elegantes, las del Blackburn Rovers inglés, un regalo de Juan Moser, un descendiente de irlandeses afincado en Bilbao. Después de jugar un partido amistoso en Bilbao en el que los futbolistas de la capital lucieron las antiguas equipaciones azules y blancas, la entidad vasca les cedió la mitad de los trajes del Southampton comprados por Elorduy, que estaban todavía sin estrenar.
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